viernes, 5 de diciembre de 2014

Profe y Yo

Inspirado por el ensayo corto de Jorge Luis Borges

 “Profe y Yo”


El otro, el Profe, es él que va a la escuela. Yo juego con mi equipo de fútbol los fines de semana, y corro y grito tras el balón; él tiene que responder al sonido metálico de los correos electrónicos y sentarse sosegadamente en las reuniones de profesores. Me gusta viajar, cantar en el coche, y beber un café el sábado de la mañana en la terraza silenciosa mientras todos duermen en la casa. 

El otro también hace estas cosas, pero ese Profe es vanidoso: publica todo en Facebook en la espera de que sus amigos digan que “les gusta" su estado. 


No es que no nos llevemos bien Profe y Yo. Es por él que tengo todo: el coche, la casa, y el privilegio de trabajar con estudiantes maravillosos todos los días. Sin embargo, a veces, siento que el Yo se me ha deslizado un poco, que me he perdido algo esencial.


Sé que mis estudiantes se graduarán, y algunos viajarán: irán a Argentina, o a Marruecos, a la luna, pero Profe se quedará aquí, año tras año, enseñando estudiantes nuevos la misma materia: el pretérito indefinido, los usos depara y por


Tal vez recordarán de la lección cuando pidan su comida una tarde bulliciosa en Buenos Aires, sentados en el café La Giralda. Dirán, “el café es para mí” y desde Chattanooga, Tennessee, sonreiré.  ¿Es que el Profe vive en mí o es que el Yo vivo en él? No sé cuál de los dos escribe esta página.