Una diferencia marcada entre la vida cotidiana en Salamanca y Chatttanooga es la manera en que nos vemos (1-colectivamente, 2-uno al otro, y 3-indivualmente).
1- Colectivamente, España se divide en varios grupos distintos; como he explicado en un blog anterior, tenemos el macro concepto de Español o guiri. Sin embargo, hay muchas micro identidades dentro del concepto español. Uno puede ser andaluz, castellano, o manchego… sin mencionar los grupos que no se encuentran completamente cómodos bajo el concepto de ser español: los Gallegos, Vascos y Catalanes. España es muy diversa por tener un terreno y población menos numeroso que lo que se encuentra en las Américas. En los Estados unidos,, se puede viajar 3,000 millas y la gente no cambia su lenguaje, identidad nacional, o tradiciones mucho. Aquí, en cambio, no se puede ir 100 kilometros sin ver cambios muy tajantes.
2- En Salamanca, la vida se vive a pie. Igual que todos las otras ciudades que he visitado en Espana (Barcelona, Segovia, Ávila, Zamora y Palma de Mallorca), Salamanca es una ciudad caminable. Eso, para mi, ha cambiado mucho como nos vemos uno al otro como seres humanos. Estoy acostumbrado a experimentar la vida de una posición sentada: sentado en el sofá, la mesa de la casa, en el carro, a la computadora (como en este momento, irónicamente). Aquí, todo el mundo camino al trabajo o a la escuela, a las tiendas, a sus casas. Se acostumbra a pararse al bar del café a tomar su cafecito, y comer una tapa (o “pincho”, como las dicen aquí). Así se ve todo el cuerpo humano—un cuerpo acertadamente bien formado por una vida a pie.
3- Por bien o mal, me veo mucho aquí. Hay espejos por todas partes en España—en los vidrios de la tiendas al caminar, en los ascensores, en las paredes de los restaurantes, dondequiera. Me veo cien veces más al día a lo que estoy acostumbrado en Tennessee. El espejo refleja la realidad actual, y devuelve a uno un imagen sin concesiones, ilusiones, o mentiras. Uno tiene que aceptar todo que el espejo te refleja, y tomar un paso adelante.
A marked difference between daily life in Salamanca and Chatttanooga is how we see (1-collectively 2-one another, and 3-ourselves).
1 - Collectively, Spain is divided into several distinct groups. As I mentioned in a previous blog, we have the macroconcept of Spanish vs. foreigner. However, there are many micro identities within the Spanish concept. One can be Andalusian, Castilian, or manchego ... not to mention the groups that are not entirely comfortable with the concept of being Spanish: the Galician, Basque and Catalan people. Spain is very diverse considering that its area and population is somewhat less than what is found in the Americas. In the United States, you can travel 3,000 miles and people will not change their language, national identity, or traditions very drastically. Here, however, you can not go 100 km without seeing very marked changes.
2 - In Salamanca, life is lived on foot. Like all the other cities I've visited in Spain (Barcelona, Segovia, Avila, Zamora and Palma de Mallorca), Salamanca is a walkable city. That, to me, has changed how we see each other as human beings. I'm used to experiencing life from a seated position: sitting on the couch, at the table at home, in the car, at the computer (as I am at this moment, ironically). Here, everyone goes to work or school, shopping, home on foot. It is pretty normal to stop at the coffee bar to have your coffee, and eat a tapa (or "pincho", as they say here). So it is the whole human body that we see-a body well formed for and by a life on foot.
3 – For better or worse, I see myself a lot here. There are mirrors everywhere in Spain, in the windows of the shops as you walk past, in elevators, on the walls of restaurants, everywhere. I see my face a hundred times more a day than what I'm used to in Tennessee. The mirror reflects one’s present reality: and gives us an uncompromising image free of delusions or lies. You have to accept everything that the mirror reflects you and take a step forward.
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